→ ¿Quiénes participan?

Es muy común pensar que el acoso escolar se da entre dos personas: el hostigador y el hostigado, la víctima y el victimario, pero la verdad es q el bullying compromete a muchas más personas. Todo tipo de acoso, tiene tres participantes, que son:

·         La víctima o el acosado.

·         El acosador o victimario.

·         Los espectadores, que pueden ser pasivos o agresivos (participativos).

Parece que nos ha quedado claro los dos primeros participantes del acoso, incluso hemos observado sus características, pero no hemos hablado de los espectadores, que pueden ser pasivos o activos. Los espectadores pasivos son todos aquellos alumnos que contemplan el acoso sin ser parte del mismo. Para ellos, se vuelve cotidiano q un agresor maltrate a uno de sus compañeros en específico y no hacen nada, ni siquiera son capaces de reportar el maltrato a una autoridad escolar. Mientras que los espectadores activos son aquellos que secundan al agresor y se vuelven parte del acoso; sin embargo no pueden ser considerados los agresores, aunque lo sean en algún grado menor, debido a que quien encabeza el acoso es el cerebro de la acción.

Los espectadores, tanto activos como pasivos están aprendiendo que la violencia es natural y que forma parte de su entorno, lo que originará una tendencia cada vez mayor a observar e incluso justificar las agresiones. Esta es la causa por las que el acoso va en aumento con el paso del tiempo sin que nadie decida ponerle un punto final, generalmente el acoso acaba cuando el acosado abandona las aulas o termina el ciclo escolar.

Y así lo que probablemente inicio como una broma de muy mal gusto, por cierto, pronto se vuelve en una rutina de vejación que día a día esta devaluando el autoestima del acosado. El acoso no cesa, se acrecienta cuando no se hace algo para erradicarlo; tanto los adultos como lo jóvenes se comportan de forma agresiva después de observar un acto de agresión. En el caso de maltrato entre iguales, se produce un contagio social que inhibe la ayuda, he incluso fomenta la participación en los actos intimidatorios por parte del resto de los compañeros que conocen el problema, aunque no hayan sido protagonistas inicialmente del mismo.

Este factor es esencial para entender la regularidad con la que actos de esta índole pueden producirse bajo el conocimiento de un número importante de observadores que, en general, son los compañeros. En otros casos, se ha demostrado que es el miedo a ser incluido dentro del círculo de victimización y convertirse también en blanco de agresiones, esto impide que el alumnado que podría hacer algo, no lo haga.

Todos los que participan en el bullying, en alguna medida, son afectados por el mismo; es decir que las víctimas son todas las que están involucradas, ya sean de manera activa o pasiva.