En algunas ocasiones el acoso puede ser un sentimiento más que una realidad. Generalmente suele producirse por:
· Una personalidad insegura. La timidez o la baja autoestima pueden hacer al niño sentirse inseguro. La solución pasa por mejor la autoestima, evitar el excesivo proteccionismo en la familia y enseñarle habilidades sociales para mejorar sus relaciones
· Elevada susceptibilidad y baja tolerancia a la frustración, etc. Esta situación lleva a interpretaciones exageradas y generalmente malinterpretaciones de las actitudes de los demás. Estos niños pueden terminar convirtiéndose ellos mismos en agresores al tratar de “defenderse” ante lo que perciben como ataque de los demás. En estos casos la solución sería enseñar a niño a aceptar las frustraciones, hacerle responsable de sus propios actos y enseñarle a manejar conflicto con asertividad.
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