Estadísticamente hablando, el acoso escolar de tipo físico es común entre los varones (Olweus, 2005), mientras que el tipo verbal es más común en la mujer (Smith, 2003). Esto significa que las características de los agresores de tipo físico, según las estadísticas, son varones fuertes, generalmente con problemas de adaptación o en casa, que buscan intimidar a otro varón que a su punto de vista sea más débil.
Mientras que la frecuente agresora del acoso verbal es una mujer con baja autoestima, incapaz de ver el valor de otra chica a quien acosa por el simple hecho de considerarla menos, sin que obviamente lo sea. La mujer, a diferencia del varón, procura que su hostigamiento sea sutil y poco evidente.
Pero en cada uno de los casos de acoso escolar el agresor posee un temperamento agresivo o impulsivo, con deficiencias en habilidades sociales para comunicar y negociar sus deseos (Olweus, 2005). El agresor o agresora es incapaz de sentir empatía por el agredido, disfruta viéndolo sufrir y no siente ningún tipo de remordimiento. La falta de control de la ira y niveles altos de sesgos de hostilidad caracterizan sus estados de ánimo.
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